El enojo

🔹 «no seas malo»
🔹 «no seas conflictivo»
🔹 «portate bien»

Debajo del enojo siempre hay dolor. El perro ladra no porque sea malo sino porque está asustado y trata de defenderse.

👉🏼 El enojo «no es malo» sino que es la reacción biológica preparada para defender algo que valoramos. Nos tensionamos para resistir el impacto o reducirlo, y podemos actuar de modo egoísta para asegurar la subsistencia.

El enojo comunica a otros la necesidad de ser protegidos y queridos.

👉🏼 El enojo se desactiva no a base de retos sino a base de comprensión y conexión emocional (D. Siegel). El mejor antídoto para los enojos es la reconexión emocional.

No hay mayor impotencia que sufrir y que el otro no lo vea o lo invalide. En «caliente» no escuchamos. Solo cuando nos sentimos entendidos nuestro cuerpo se relaja, suspira y baja la guardia.

Cuando nos malentienden nos fastidiamos. Si no nos escuchan gritamos. Y hasta nos vengamos para romper la dureza del otro, con la esperanza que se vuelva un poco más permeable.

Dice el calentón «¿Hay alguien que se de cuenta de lo que estoy sientiendo?»

No somos malos: somos hambrientos de conexión emocional.

Si andamos irritados es necesario conectar con lo que nos asusta y duele. Y compartirlo con alguien que nos escuche y bien entienda.

Siendo escuchados nuestra calentura puede transformarse en una cálida gratitud sentida en el pecho, aún medio de las contrariedades.

Todo puede estar 🙌

Esteban Azumendi
http://www.estebanazumendi.com

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